Para generar un hábito en tus hijos es necesario cultivarlo. En el caso de la lectura, es recomendable practicarla diariamente, unos minutos serán suficientes para incrementar la capacidad de imaginación a través de las historias, afianzar el desarrollo del lenguaje y, cuando se trata de lectura en voz alta, aprender a escuchar y como estrategia para aumentar la concentración en los niños.

“La lectura es un canal de expresión que facilita la transmisión de conocimientos en tanto permite el diálogo indirecto entre un escribiente, que tiene un mensaje, y un lector, que lo interpreta. En ese sentido, el lector desarrolla habilidades y capacidades en tanto debe hacer un ejercicio mental de interpretación del texto, para entenderlo según su realidad. Es decir, se debe promover el los niños lectores que no sean receptores pasivos de la información sino que asuman actitudes críticas de aquello que leen". 

 

Rodrigo Mazo Zea.

Doctor en psicología, director de la facultad de psicología UPB, miembro del consejo directivo del Colegio Colombiano de Psicólogos

Mantener el hábito de lectura en los niños tendrá su recompensa: mayor autonomía y criterio en la toma de decisiones en el momento de seleccionar un videojuego, un programa de televisión u otros aspectos de esparcimiento, y será capaz de decir que algo no le gusta o no quiere hacer.

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Cuando tu hijo aprenda a leer, es necesario acompañarlo para guiarlo y que comprenda lo que está leyendo, a través de preguntas que ayuden a entender la lectura, por ejemplo: ¿cuéntame si el personaje lo hizo bien?, ¿crees que estuvo bien o mal con lo que pasó?, ¿qué es lo más importante que deja la lectura? Eso además, propiciará en el niño la comprensión de qué está bien y qué está mal.

La lectura en voz alta genera mayor comprensión y estimula la imaginación al transformar en imágenes lo que está escuchando y a manifestar por medio de sentimientos lo que le generan estas historias.

Pasos para estimular el hábito de la lectura en tus hijos  

1. La lectura como diversión: para aprovechar toda la energía que tienen los niños, se puede convertir la lectura en un juego. Como padre puedes ayudar a tus hijos a interpretar a los personajes de la historia, buscando elementos parecidos y dramatizando, así asociarán la lectura con diversión y por qué no, deja que imaginen un final distinto, esto les ayudará a plantear situaciones diferentes, dándoles libertad de darle un giro y otro punto de vista a la historia.
2. Espacio adecuado: el espacio para la leer con tus hijos también es fundamental para que ellos se sientan cómodos. No es importante si es amplio o pequeño, con adecuarlo con elementos que vayan con el gusto del niño aumentará su deseo por el momento de la lectura. En ese mismo lugar se puede ir formando una biblioteca.
3. Elegir la mejor hora: establece un horario, no solo porque es fundamental al crear una rutina, sino que es importante cuál es el mejor momento. Elige uno donde tu hijo esté más concentrado y relajado, sin interrumpir otras actividades que también son importantes para su crecimiento y desarrollo; en este sentido, la mejor hora es antes de ir a dormir.
4. Dales libertad en la lectura: A medida que crece, tu hijo irá mostrando una inclinación hacia diferentes géneros a la hora de elegir qué leer, para eso es fundamental que le des libertad, cumpliendo el papel de guía para vigilar que la lectura sea la adecuada para ellos.
5. La regla de las cinco palabras: en ocasiones, quieres que tu hijo lea determinado libro, sin embargo, es importante para saber si esa lectura es adecuada para él, que apliques esta regla. Si le lees la primera página y tu hijo no comprende más de cinco palabras de las que allí aparecen, significa que aún no es un libro adecuado para su edad o comprensión lectora. Ponlo en la lista de espera, puede servir para más adelante.

De la lectura se pasa a la escritura. Escribir les dará la posibilidad de mejorar la creatividad, la ortografía y la gramática, entre otros aspectos. Es así como, desde padre, puedes ir estimulando en tu hijo habilidades que irá desarrollando mientras crece, adquiriendo más competencias y bases para enfrentar el mundo.