Contar con una conexión a internet y entrar al mundo virtual abre las puertas para acceder a sitios, aplicaciones e infinidad de información de todo tipo, que puede ser real, irreal y representar riesgos físicos y emocionales, así como en la vida presencial. Las competencias para vivir la vida en línea se adquieren con formación previa, con conocimiento y con acompañamiento adecuado, para orientar la experiencia en línea por el camino del sentido común y el sentido crítico. El momento adecuado de tu vida para estar en línea y redes La edad recomendada para tener una vida activa en redes sociales es después de los 13 años, sin embargo, siempre es importante contar con la supervisión de los adultos y consultar sobre los controles parentales de las herramientas digitales para evitar contenido indeseado o peligroso para los jóvenes. Los niños definitivamente no deben estar en redes sociales, para estar en ellas es necesario tener la capacidad de discernir, anticipar consecuencias, tomar decisiones, y saber cuáles son los riesgos que se exponen.
Durante los 10 a 15 años de edad las habilidades emocionales se encuentran en desarrollo, esto se logra por medio de las interacciones, gestos, emociones y lenguaje corporal. Si les damos a estos cerebros en desarrollo acceso a las redes sociales, no van a poder practicar y aprender estas habilidades en contextos reales y esto puede terminar en habilidades blandas muy frágiles.
Por lo anterior, la gran conclusión a la que llegamos es que hay que formar una ciudadanía digital para vivir la vida en línea de manera inteligente, provechosa y sin riesgos.
1. Acoso cibernético: Cuando alguien usa las redes para molestar o acosar a otro divulgando información confidencial o falsa, se llama ciberacoso. Si te pasó, no tengas miedo y pide ayuda. Tus padres estarán siempre para guiarte.
2. Contenido riesgoso: Las redes sociales exigen un mínimo de edad porque allí puedes exponerte a contenido violento o sexual. Procura navegar en internet con supervisión de tus padres para evitar exponerte a contenido no seguro.
3. Retos peligrosos: Antes de hacer el último reto viral piensa, ¿vale la pena hacer eso por unos ‘likes’? Tu vida y reputación no valen un ‘me gusta’, podrá ser divertido, pero piensa en las consecuencias que puede traer.
4. Contactos peligrosos: ¡Exige exclusividad! Las personas que conoces en internet no pueden convertirse tan fácilmente en tus amigos. Recuerda que cualquiera puede mentir y aprovecharse de ti. Hablar con extraños en línea te expone y expone a toda tu familia.
5. ¿Y tu reputación? Presta atención a cada clic, pues tus comportamientos en internet pueden poner en riesgo tu reputación o incluso la de tus seres queridos y amigos.
6. Grooming: Son una serie de conductas y acciones emprendidas por un adulto, a través de redes sociales, para ganarse tu amistad y aprovecharse de ti. ¡Cuida tus mensajes, fotos y videos! ¡No estás obligado a hacer algo que no quieres!
Competencias socioemocionales en línea
Entre las múltiples recomendaciones de los expertos, destacamos 5 pilares para vivir la vida en línea según Liliana Cortés Reinel, Directora del Learning Support Center de New Cambridge School.
Es importante entender que existe una vida privada y una vida pública. Los detalles y registros de la vida privada nunca deben estar en las redes sociales. Todo lo que está en las redes debe ser de carácter público y nunca se debe prestar para vulnerar tu derecho a la intimidad.
Si te empiezas a dar cuenta que la presión social de tus compañeros en tu entorno te obliga a tomar decisiones incorrectas, identifica esta situación, detenla de inmediato y acude a un adulto de confianza.
Al momento de compartir información, fotografías, videos o demás material en línea, ten en cuenta que el otro también siente. Si ves que lo que vas a compartir puede hacer sentir mal a otra persona, no lo compartas y
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Reconoce tus emociones y al momento de publicar contenidos, verifica que no vulnere a los demás.
Todo lo que compartes en línea genera un impacto que puede ser aprovechado para buenas causas. Conviértete en un promotor de buena ciudadanía con las competencia digitales.